La libra esterlina (GBP) se mantiene firme cerca de un máximo de cuatro meses de 1,2965 frente al Dólar estadounidense (USD) durante la sesión europea del miércoles. El par GBPUSD mantiene su impulso alcista mientras que el Dólar estadounidense encuentra soporte temporal antes de los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos (EE.UU.) de febrero, que se publicarán a las 12:30 GMT. Se espera que este informe clave de inflación dé forma a las expectativas del mercado con respecto a la postura de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
Los economistas pronostican que la inflación general disminuirá al 2,9% desde el 3% de enero, mientras que se proyecta que el IPC subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, disminuya ligeramente al 3,2% desde el 3,3%. Si los datos confirman la desaceleración de la inflación, la especulación del mercado sobre un recorte de tasas de interés de la Fed en mayo puede intensificarse. Según la herramienta CME FedWatch, la probabilidad de un recorte de tasas en mayo ha aumentado al 42%, frente al 10,4% de hace un mes. Por el contrario, si la inflación se mantiene elevada, podría reducir la probabilidad de una flexibilización de la política a corto plazo.
La libra esterlina cotiza de manera constante frente a las principales divisas mientras los inversores esperan la decisión de política del Banco de Inglaterra (BoE) la próxima semana. Se espera ampliamente que el Banco de Inglaterra mantenga las tasas de interés en 4.5%, ya que los responsables políticos han señalado un enfoque "gradual y cauteloso" para la flexibilización. Si bien la mayoría de los funcionarios apoyan esta estrategia mesurada, Catherine Mann, miembro del Banco de Inglaterra, aboga por un ritmo más rápido de flexibilización de las políticas debido a la volatilidad de los mercados financieros mundiales. Esta semana, la atención también se centrará en los datos del Producto Interno Bruto (PIB) y la producción industrial del Reino Unido (RU) para enero, que vencen el viernes. Se espera que la economía del Reino Unido crezca modestamente un 0,1%, por debajo de la expansión del 0,4% de diciembre.
Los acontecimientos geopolíticos también pesan sobre el sentimiento del mercado. Las políticas arancelarias del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, continúan creando incertidumbre global. Trump amenazó recientemente con duplicar los aranceles sobre el acero y el aluminio canadienses, pero se retiró después de que el Primer Ministro de Ontario acordara revertir un recargo del 25% sobre las exportaciones de electricidad a los EE.UU. El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, sugirió que los aranceles de Trump son principalmente una táctica de negociación para fortalecer la posición de negociación de Estados Unidos con sus socios comerciales.
A pesar de las preocupaciones comerciales mundiales, el par GBPUSD extendió su rally alcista el martes, alcanzando 1.2950, su nivel más alto en 18 semanas. La fortaleza del par se produce en un contexto de datos económicos mixtos de EE.UU. Si bien las vacantes de empleo en enero superaron las expectativas, llegando a 7.74 millones, la atención se mantiene en la publicación del IPC del miércoles. Los inversores esperan señales de alivio de la inflación tras las inesperadamente altas cifras de enero, que interrumpieron las expectativas de un recorte anticipado de las tasas de la Fed. También se espera que los datos del Índice de Precios al Productor (IPP), que se publicarán el jueves, muestren presiones inflacionarias persistentes.
De cara al futuro, los participantes del mercado observarán de cerca el Índice de Confianza del Consumidor de la Universidad de Michigan y las expectativas de inflación el viernes. Se pronostica que el sentimiento disminuirá ligeramente a medida que crezcan las preocupaciones sobre la economía estadounidense bajo las políticas comerciales de Trump. El Nasdaq cayó un 4% y el S & P 500 un 2,5%, lo que refleja una mayor inquietud del mercado. Este sentimiento de riesgo ha debilitado la libra frente a monedas más seguras como el dólar estadounidense y el euro, pero la ha fortalecido frente a monedas de alta beta como los dólares australianos y neozelandeses.
A corto plazo, el GBPUSD se mantiene en territorio alcista, pero enfrenta resistencia técnica cerca del nivel de 1,3000, que anteriormente actuó como un punto de consolidación a fines de 2024. Si bien el impulso favorece a los compradores, los indicadores técnicos de sobrecompra sugieren un posible retroceso. La trayectoria del par GBPUSD probablemente dependerá de los próximos datos de inflación de EE. UU. y de la orientación política del Banco de Inglaterra, así como de los desarrollos geopolíticos más amplios.